Casa El Macho
La Casa El Macho comienza su actividad con nuestros abuelos, Gumersindo García González y Matilde Sainz Güemes.
Unos años después de terminada la guerra civil, a mediados de los años 50, ellos regentaban un pequeño local en Selaya, una taberna-tienda que hacía las veces de Bar y venta de comida.
Ahí Matilde empieza a elaborar quesadas para la gente que visita el pueblo, sobre todo en fiestas. En los fines de semana también llegaban visitantes, que se acercaban a bailar junto a los del pueblo, al ritmo del organillo, en el pequeño salón de baile que nuestros abuelos abrieron al lado de la taberna-tienda.
Con el tiempo ese salón se convierte en lugar de celebración de banquetes de Bodas, en los cuales se solía dar de postre la quesada. Ésta adquiere fama y posteriormente, sobre finales de los 60, Matilde y Gumersindo comienzan a fabricar los sobaos en la panadería del pueblo. Luego también usan un pequeño horno que compraron y venden sobaos en la taberna-tienda.
Sobre los años 70 compran la primera amasadora y el lugar destinado a salón de bodas y baile pasa a ser obrador de sobaos y quesadas.