Sa Sal
Campos
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Salinas de Levante nace como sociedad hace ya mas de cincuenta años, concretamente el 22 de Abril de 1958 con el objetivo de producir sal marina en sus más de 135 hectáreas de superficie.
Localizadas en el Salobrar de Campos, en el sureste de la isla de Mallorca, nuestras salinas se nutren de las aguas mediterráneas que provienen del paraje natural de la playa de Es Trenc, y las cuales son idóneas para la fabricación natural de cloruro sódico.
La producción, que suele estar por encima de las 10.000 toneladas anuales de sal marina, para subministrar básicamente a la isla de Mallorca, no ha variado desde entonces, pero si su método de extracción, que los primeros años se llevaba a cabo de forma manual, y no es hasta los años 80 que se mecaniza.
Su explotación empieza el año 1951, con anterioridad a la construcción de toda la estructura que hoy en día ocupa gran parte del Salobrar. En la zona cubierta por un bosque de tamariscos, había unas lagunas naturales que ocupaban unas 80 hectáreas. Para facilitar la construcción del canal y de los estanques, se utilizó un sistema de raíles y vagonetas denominado sistema de vía Decauville. La delicada superficie de la salina imposibilitaba utilizar medios de transporte pesados que dañasen su impermeabilización. De ello deriva el uso preferente de hombres en lugar de carros para transportar las cargas de sal. Incluso el uso de animales estaba vedado en numerosos puntos de la salina. De ahí la ventaja que el sistema de vía Decauville proporcionaba en este tipo de trabajos y que prácticamente encontramos en todas las salinas; es ligero, transportable y se adapta al terreno con toda facilidad repartiendo las cargas sin dañar la superficie. Cientos de metros de raíl podían ser desmontados y trasladados de un cristalizador a otro en pocas horas por pocos hombres. El mismo sistema se empleó más tarde para transportar la sal desde los estanques cristalizadores a la plaza salinera, donde se apilaba formando esos enormes montículos que definen el paisaje salinero.
Además de seguir en activo, estas salinas gozan de protección por su indudable valor natural, sobre todo ornitológico, ya que numerosas especies migratorias encuentran en esta agua nutrientes para reponerse de sus largos viajes. Se ha creado un paraje natural donde se ha establecido una flora y fauna muy particular, raro ejemplo de cómo la acción humana puede generar ecosistemas valiosos.