Fundado en 1878, ha sido declarado patrimonio de Inca por su valor histórico y arquitectónico. Como buen celler en su decoración cuenta con grandes barriles de madera en las paredes, mesas y sillas de madera maciza y techo con viejas vigas. Los platos por los que el restaurante es reconocido son el tumbet, las berenjenas rellenas o el lomo con col.

Desde 1956, tres generaciones de la misma familia han conservado el estilo de la cocina elaborada tradicional. Siempre apostando por el trato familiar y cercano de los restaurantes de antaño. Después de sesenta años de historia, seguimos insistiendo en las raíces de nuestra cocina, sin perder de vista la cocina global de nuestro tiempo.